jueves, 4 de febrero de 2010

La Inteligencia Competitiva como herramienta para fortalecer la Gestión Tecnológica en las Empresas

En el actual contexto mundial donde la economía, la política y la sociedad son factores que se han complejizado y el éxito empresarial depende de la capacidad de las empresas para responder de forma veloz y eficiente a las oportunidades que se presentan. La Gestión tecnológica está  tomando un papel muy importante en las organizaciones, dado que la variable tecnológica juega un papel importante en la competitividad de las empresas, siendo  estas un motor de desarrollo para las economías más poderosas del mundo.

Específicamente en el entorno económico, los cambios tales como la mayor rivalidad competitiva en los mercados y la aceleración en los cambios del mismo, dejan un escaso margen de error para la toma de decisiones de las empresas. Evitar sorpresas competitivas le permite a las empresas llevar por buen camino las estrategias comerciales pretendiendo  oportunidades económicas propiciadas por la creación de nuevos mercados,  así como evitar que los cambios en el entorno afecten directa o indirectamente a la empresa.

La Gestión Tecnológica se define como la estrategia de la empresa que se encarga de identificar, analizar, planear e implantar desarrollos y aplicaciones tecnológicas, tendientes a mejorar sustancialmente el rendimiento de los procesos del negocio, generando diferenciación a partir del valor agregado competitivo. (Sánchez, H., 2002).

 El conocimiento tiene una posición fundamental en el Sistema de Gestión Tecnológica, dado que este está siendo reconocido como el más importante activo de la empresa, como el único recurso económico significativo  y por lo tanto se están haciendo esfuerzos por definir cómo adquirirlo, representarlo, retenerlo y administrarlo. Es por ello que el tratamiento de la información incrementa los beneficios obtenidos por la gestión del conocimiento, para ello se requieren metodologías que permitan establecer sistemas que promuevan la creación de organizaciones inteligentes.


 Estos sistemas permiten el aprovechamiento de los recursos de la información disponible a través de las redes de comunicación así como de otras fuentes públicas y de esta forma conseguir el fortalecimiento de las empresas en relación a su entorno. Este proceso actualmente está considerado como estratégico para muchas empresas especialmente aquellas de alto nivel innovador, dentro de lo que se ha conocido como inteligencia competitiva.


Existen diversas definiciones para explicar la Inteligencia Competitiva, pero para fines de este ensayo se considera la siguiente:

·            Proceso ético y sistemático de recolección de información, análisis y diseminación pertinente, precisa, específica, oportuna, predecible y activa, acerca del ambiente de negocios, de los competidores y de la propia organización (Sociedad de Profesionales de Inteligencia Competitiva - SCIP).

Con la Integración de los sistemas de Inteligencia competitiva y de Gestión del Conocimiento, las empresas establecen acciones de creación de conocimiento para convertirlo en oportunidades de negocio basadas en el desarrollo de nuevos productos y con la búsqueda de nuevos mercados. Para que este proceso se realice de la mejor forma posible, los responsables de analizar la información deben tener una visión completa sobre el sector y la competencia que son del interés de cada empresa.

A partir del conocimiento existente dentro de la organización enriquecido con la información obtenida por la Inteligencia Competitiva es como se da inicio al proceso de generación de nuevo conocimiento, la Inteligencia Competitiva se focaliza en localizar aquella información fuera de la empresa que es susceptible de ser explotada por la organización.
La tecnología juega un papel importante en el desarrollo de la cadena de valor de los procesos de producción, dependiendo del nivel de tecnología aplicado en los productos y servicios, se reflejara en la calidad, precio, distribución en el mercado y su impacto en el mismo, así como en los niveles de satisfacción del cliente.

Se requiere de una vigilancia constante del entorno tecnológico para identificar innovaciones tecnologías que pueden ser aplicables en las distintas empresas, así como las utilizadas por competidores directos para conocer a fondo contra lo que se está compitiendo en costos, calidad y precios.

Las empresas tiene al menos tres niveles de estrategia relevantes: estrategia de empresa, estrategia de producto y estrategia tecnológica. La selección de la estrategia de empresa estará fuertemente influenciada por la aversión al riesgo y la identificación con la empresa que presente el cuerpo directivo, mientras que la estrategia tecnológica lo será por las capacidades de inteligencia comercial, inteligencia tecnológica y de investigación, desarrollo y diseño de la empresa…(Octavio Augusto Palacios Sommer, 2008).


 Las empresas toman mejores  decisiones cuando estas están bien cimentadas en información oportuna y  precisa,  que les den la seguridad de que obtendrán los mejores resultados posibles, con las circunstancias ya dadas en los mercados, instituciones, contexto social, etc.
Las empresas requieren tener bien definidas sus competencias como empresas para poder identificar las tecnologías que requieren para su funcionamiento, o determinar si son capaces de ser sus propias generadoras de tecnología, o requieren de tecnologías externas, para después asimilarlas y que se pueda aplicar en las estrategias de negocio.

Las capacidades de la empresa son un factor muy importante para poder determinar la estrategia a seguir, así como la forma de organización tanto interna como externa, los recursos con los que cuenta la empresa, tanto económicos, como en capital humano permiten determinar las limitantes que se puedan tener como empresa, y enfocarse a las capacidades para generar ventajas competitivas que le permitan ubicarse como líderes en el mercado, en caso de que este sea su objetivo.

Es por ello que aquí la Inteligencia Competitiva juega un papel importante, el analizar las capacidades de los competidores o de empresas con las cuales se pueda tener alguna relación en el mercado tales como proveedores , outsourcings y demás, permite sacar provecho, ya sea anticipándose a decisiones de competidores o para conformar alianzas estratégicas que lleven a economías de escala y de esta forma mejorar los procesos, disminuir costos de producción, o para contratar agentes externos para la realización de ciertas actividades en las que la empresa no es muy eficiente y una buena estrategia seria contratar externos para la realización de estas labores y reorientar al personal en actividades en las que la empresa tenga capacidades mejor desarrolladas.

Algunos ejemplos de capacidades pueden ser la propiedad industrial o la imitación, quizás existan empresas que sus capacidades estén fuertemente ligadas al conocimiento sobre la normatividad de protección industrial, ya sean patentes, secretos industriales, modelos de utilidad, etc., por lo tanto desarrollando estas capacidades es que una empresa puede  consolidarse en un mercado, otra forma de protegerse de la competencia podría ser con la separación de los procesos de producción, así como la complejidad de los mismos, para que a los imitadores se les dificulte poder sacar un producto o servicio similar, y que entre en competencia directa con la empresa. Es decir contemplando todo lo anterior mencionado es como las empresas definirán sus estrategias corporativas y su desenvolvimiento en el mercado.

La correcta organización de la información generada por la aplicación de distintas herramientas y tecnologías en las empresas facilitara el desarrollo de nuevas capacidades y competencias que permitirán obtener ventajas competitivas, así como la continua evolución de las estrategias desarrolladas por las organizaciones para desenvolverse de mejor forma en un ambiente tan dinámico y amenazante como el que se vive hoy en día en los negocios.

Esto ha sido un proceso importante en la última década debido al incremento en la velocidad de los avances tecnológicos, esto ha provocado un cambio en la estructura industrial resultando una mayor especialización así como externalización, esto ha permitido una mayor flexibilidad industrial y con la combinación de las tecnologías de la información se ha incentivado la individualidad, mayor velocidad en el intercambio de información.

Los factores antes mencionados han traído consigo una disminución de los costos de información para las empresas, brindado mayores oportunidades a las empresas pequeñas a crecer provocando un incremento en la dinámica de los negocios lo cual se ve reflejado en la productividad de las empresas. Con lo antes mencionado se fortalece el argumento de la necesidad de un sistema de Inteligencia Competitiva y de su utilidad para fortalecer el sistema de gestión tecnológica en las empresas, dado que esto permitiría a estas entidades convertirse en organizaciones inteligentes donde los empleados exprimen sus capacidades para alcanzar los resultados esperados, se generan nuevos esquemas de pensamiento abierto, donde la aspiración colectiva se libera y  las personas asimilan el a aprender conjuntamente.

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